Muchos padres del siglo XXI se hayan inmersos en una vorágine laboral tal, que apenas alcanzan a cubrir las necesidades educativas básicas de sus hijos. Muchos se preocupan de llevar a sus hijos a un buen colegio/instituto donde se imparte una formación académica de «calidad», donde sus hijos adquieren un conjunto de conocimientos, de habilidades lingüístico/verbales, lógico/matemáticas y potencian su memoria, pero… ¿es esto suficiente? ¿nos contentamos con que nuestros hijos sepan lengua y matemáticas? ¿qué pasa con su carácter, con su personalidad? En Tambre pensamos que es mucho más importante la formación del carácter, la adquisición de una personalidad rica y equilibrada, que cualquier otro conocimiento. La conformación de una personalidad atractiva es el camino para ser y hacer felices a quienes nos rodean y, lo mejor de todo, es que está al alcance de cualquiera independientemente del coeficiente intelectual.
La familia del siglo XXI necesita un apoyo, si bien es cierto que la responsabilidad de educar los hijos recae en los padres, estos últimos necesitan una ayuda profesional para llevar a puerto su proyecto familiar. Los padres no nacen sabiendo educar, muchas veces carecen de las herramientas necesarias para impartir esa formación y, con muy buena intención, no aciertan en sus decisiones…
El club juvenil se presenta como un lugar en el que los chicos aprenden a conocerse y conocer su entorno, a desarrollar su ámbito emocional de manera armónica, a enriquecer su personalidad, con tutores (monitores, mentores, coaches… o cómo queramos llamarlos) y actividades que son siempre formativas.
El camino para la educación del carácter y la plena conformación de la personalidad se recorre en el Club juvenil por medio de cada una de las actividades que se realizan: estudio, guitarra, dibujo, teatro, fútbol, baloncesto, inventos…
El fin de la formación es acompañar a la familia –especialmente a los chicos- a madurar su carácter y desarrollar su personalidad. La personalidad más atractiva que conocemos es la de Jesucristo (generoso, compasivo, justo, fiel, coherente, trabajador…) en Tambre queremos que los chicos conozcan a Jesucristo y conformen su cabeza y corazón a la medida de ese modelo, por esta razón impartimos también medios de formación cristiana y les animamos a hacer oración, para que quienes quieran aceptar este reto, sepan y tengan las energías necesarias para alcanzarlo.